La Madre

Desde muy antiguo, existe la visión de la Tierra como la Madre Tierra, la que da al ser humano todo lo que necesita para desarrollar su vida.

La Madre Tierra se considera el lugar sagrado que hay que cuidar. No cabe pensamiento de posesión hacia ella, porque es donde el ser humano desarrolla su ciclo vital, nace, crece, se desarrolla y muere.

Simbiosis

Durante su ciclo vital el ser humano comparte y aprende de otros seres humanos y del resto de habitantes del planeta, animales, plantas, ríos, mares, cielo y tierra.

Todos ellos entablan una relación de hermanos, de iguales, de simbiosis o colaboración, desde el respeto entre todos y hacia todo lo existente en la Madre Tierra.

Involución

Hoy en día, no existe una relación evolutiva natural entre el ser humano y el planeta, sino una involución causada por el ser humano y el uso desmesurado de los recursos de la Tierra en su propio beneficio.

Esto está muy lejos de la relación de simbiosis, colaboración y respeto hacia la Madre Tierra.

Ecología Humana

Esta ciencia estudia la relación del ser humano con los ecosistemas del planeta Tierra. Se basa en la investigación y la búsqueda de soluciones que aporten equilibrio entre las necesidades humanas y con todos los ecosistemas del planeta.

Esta ciencia cuida del planeta y sus recursos naturales para una convivencia equilibrada.

Ecología Humana Espiritual

El Tao de la Tierra, desde su visión espiritual, es un recurso que se suma a la Ecología Humana de cara a encontrar el tan necesario equilibrio para la continuidad de la vida en nuestro planeta Tierra.

El objetivo de la Ecología Humana Espiritual es proteger el planeta y, en consecuencia, a nosotros mismos.

Bienestar

El ser humano tiene la capacidad de sentir y ver al planeta como a una madre nutridora que nos da todo lo que necesitamos para vivir.

Del uso se ha llegado al abuso, a las explotaciones masivas para continuar alimentando unas necesidades cada vez mayores, que creemos que son vitales y sobre las que debemos de reflexionar.Leer Más...

Estamos en un planeta que nos aporta todo lo necesario para nuestro bienestar, gracias al contacto con la naturaleza, con las plantas, árboles, el aire, el agua pura de los ríos, los sonidos naturales…

Hay que comenzar a ver el planeta como el que nos proporciona salud y no sólo como aquel que nos da lo material.

La Tierra es la madre a la que podemos escuchar, oler, ver, tocar y saborear a través de nuestros sentidos. Es la madre a la que podemos sentir y así integrar como una parte nuestra y reconocer que nosotros somos una parte de ella.

Solo así se dará la colaboración entre el ser humano y ella, alcanzando el bienestar para todos y para todo lo existente en nuestra amada Madre Tierra.

Madre Tierra

La Madre Tierra, como planeta, pertenece a la Vía Láctea que, a su vez, pertenece al Universo. El Tao de la Tierra recoge esta visión de pertenencia y universalidad del planeta y todos sus habitantes a algo más grande que llamamos el Tao, la Creación.

El Tao es el todo y la nada, el espacio de donde surge todo, algo sin dimensión, sin barreras, sin límites ni limitaciones. Su naturaleza es espacial, cósmica, enorme y sabia. Ahí es donde está contenido todo lo conocido y desconocido, es infinito. Es la vida y la muerte. Todo está creado desde tiempos inmemoriales y todo está en constante evolución, transformación y crecimiento.

La Tierra, contenida en el Tao, también está en constante evolución y, a su vez, es una expresión viva del Tao, por lo que contiene todos sus principios descritos.

El tao de la Tierra

El Ser Humano

Como el ser humano vive en la Tierra que está contenida en el Tao, él también es el Tao y sus principios. El ser humano tiene que experimentar su propia evolución como ser independiente, como uno con él mismo, primero en su individualidad para, desde ahí, relacionarse con los demás seres humanos, cooperar con ellos y compartir el camino de vida en esta amada Madre Tierra.

El gran cambio para poder mantener la vida en el planeta tiene que venir del ser humano, que debe de recuperar el significado real de lo que es su especie, la Especie Humana y su mayor don y recurso que es su humanidad. Ser Humano es desarrollar el amor y la compasión por él mismo, por el resto de hermanos que habitan el planeta sean de la especie que sean y por supuesto, por la Madre Tierra.

“Recuerda, todo comienza con el primer paso que das tú solo, tú sola“

El tao de la tierra